domingo, 28 de septiembre de 2008

ENTREVISTA A D. FRANCISCO ALONSO, PSIQUIATRA


ENTREVISTA A D. FRANCISCO ALONSO, PSIQUIATRA QUE VIÓ A LUZ AMPARO EN 1983:(EN AUDIO)
27 DE SEPTIEMBRE DE 2008


EL TIEMPO Y LA EVIDENCIA, EN ALGUNOS MOMENTOS, LE HACEN VACILAR.




SE REALIZÓ EN SU DOMICILIO

Autor: Manuel Serra Gómez

viernes, 12 de septiembre de 2008

MI HERMANO PRÓDIGO ESTÁ TRISTE

MI HERMANO PRÓDIGO ESTÁ TRISTE
Es una consecuencia de su lucha contra Dios. Desde la predicción de Gamaliel, han pasado por esta situación una enormidad de seres humanos. Sabiéndolo, o quizá sin saberlo, luchan contra la Iglesia o algún miembro de ella, en definitiva contra Dios. Se esfuerzan, combaten sin descanso, pero no les vale de nada. Algunas veces ellos solos se animan, pensando en que ya lo tienen casi conseguido, en que se van a salir con la suya, pero vuelven a fracasar.
El pasado sábado, día 6 de Septiembre, he visto triste a mi hermano pródigo. Su tristeza la reflejaba claramente en su rostro. Al principio no me daba cuenta de qué le podía pasar. ¿Alguna enfermedad?, ¿Algún problema familiar? ¿Alguna deuda?
Puede que en esos momentos le afectara algo de esto, o similar. Pero observé, al final de los actos de Prado Nuevo, cuando los peregrinos se montaban en sus autobuses, para volver a sus lugares de procedencia, que los miraba, en silencio, como con algo de envidia, con tristeza, como diciéndose: “¿Cómo es posible que después de lo que estoy yo luchando para hundir esta Obra, sigan las personas acudiendo a este lugar? ¡Y se las ve alegres y contentas! ¿Qué tendrá este lugar? ¿Estaré yo equivocado?
No es extraño este sentimiento. Ya les ocurrió a los fariseos. Cuando las gentes iban detrás de Jesús, dijeron: “Ya veis que no adelantamos nada. Ya veis que todo el mundo se va en pos de Él.” (Jn. 12,19).
Y es que cuando hay un lugar, en donde se reúnen muchos cristianos, a rezar, a dar gracias a Dios y a honrar a Nuestra Madre del Cielo, existe alegría, paz y amor, signos inequívocos de la presencia Divina. No es de extrañar que el no creyente o el perseguidor que quiere destruir una buena Obra, sienta envidia y esté triste. Eso es lo que hicieron el Sumo Sacerdote y los saduceos cuando vieron como actuaban los Apóstoles. (Hch. 5,17)
¿Puede ser esto un comienzo del cambio de mi hermano pródigo? Dios lo quiera.
Sigamos rezando.
12-09-2008.

sábado, 6 de septiembre de 2008

NO MÁS QUE EL MAESTRO

Los enemigos de Prado Nuevo siguen extendiendo su maldad por los medios de comunicación. Ayer estuvieron en una cadena de TV. Son insaciables. Perseveran en el mal porque no saben ni conocen el bien.

Nosotros no debemos perder la calma, pues sabemos que Dios está de nuestra parte. Debemos pensar que esto ya lo hacían en tiempos de San Pablo, pues él lo dice en la primera carta a los Corintios:

"... Nos insultan, y les deseamos bendiciones; nos persiguen, y aguantamos; nos calumnian, y respondemos con buenos modos".

Están ciegos, no ven los frutos de esta Obra. La Santísima Virgen, en el mensaje del 5-9-1987, nos decía:

"Quiero que todos aquéllos que quieran pertenecer a esta Obra, guarden estas reglas, hijos míos:
Silencio, obediencia, humildad, caridad, pureza de corazón, espíritu de pobreza entre vosotros. La castidad es importante para esta Obra. También quiero que entre vosotros reine la alegría.
Quiero, hijos míos, que ninguno os creáis superior al otro; que el que se crea mayor, que se haga el más pequeño.
Quiero mansedumbre en esta Obra. Fuera el orgullo y la soberbia.
En esta Obra tiene que ser espíritu de humildad; el orgulloso, el soberbio está incapacitado para recibir la gracia.
Quiero oración profunda.
También quiero que vuestro pensamiento esté ocupado la mayor parte del día en la oración, en el trabajo. El ocio es un peligro para el alma.
Tú, hija mía, haz que cumplan mi voluntad. Que nadie infrinja estas reglas. Habla con firmeza, sin miedo. Yo te he enseñado que la firmeza no daña a la caridad, la fortalece, hija mía. Te he enseñado a ser firme y fuerte como el hierro.

¡Ay de aquéllos que persiguen mi Obra!

Quiero hacer un gran rebaño de todas estas almas que quieren participar a mi Obra."

Si al Señor le persiguieron, le difamaron, le maltrataron hasta darle muerte, nosotros no podemos aspirar a tener mejor trato que le dieron al Maestro, pensando que, a pasar de estos ataques y calumnias, con la unidad y la oración, saldremos adelante.