jueves, 3 de julio de 2008

OPINIÓN DE D. ALFONSO MARÍA RUIZ MATEOS

3-7-2008
Dice San Lucas en su Evangelio, 6, 43-45:

43 "No es buen árbol el que da malos frutos, ni es árbol malo el que da buen fruto. 44 Porque cada árbol es conocido por su fruto; pues no se recogen higos de los espinos, ni tampoco se vendimian uvas de una zarza. 45 El hombre bueno, del buen tesoro de su corazón, presenta lo bueno; y el hombre malo, del mal tesoro de su corazón, presenta lo malo. Porque de la abundancia del corazón habla la boca".

Hoy me ha recibido en su consulta, para hacerle una entrevista, el Padre Redentorista D. Alfonso María Ruiz Mateos. Hemos hablado de muchas cosas. Me ha parecido una persona muy bien preparada y marcadamente inteligente.
Me he presentado como feligrés de la Parroquia del Perpetuo Socorro de Madrid, a la cual asisto con regularidad, amante de la Virgen, estudioso de la Biblia y convertido en Prado Nuevo. Le hice ver que su opinión era para ser publicada en Internet.

Su exposición sobre la vida, la religión, los hombres y Dios, lo publicaré en el apartado de “DOCTRINA CATÓLICA”, pero aquí voy a incluir su opinión y consejos sobre Prado Nuevo.

Él me cuenta que, por indicación del Cardenal Tarancón, y acompañado del Párroco de San Lorenzo de El Escorial, D. Juan, fue a ver a Amparo a la casa donde trabajaba. Se encontró con una mujer sencilla que estaba pasando una vivencia desconocida para ella. Dice que él no presenció los estigmas. Lo que hizo fue aconsejarla para que fuera al Clínico a hacerse unas pruebas, que debía ponerse en tratamiento por los dolores que padecía.
Cuenta que la vio varios días, que tomó un pañuelo manchado con la sangre de los estigmas y que una vez analizada, comprobó que era sangre de Amparo. Después fue al Prado, un primer sábado, con D. Francisco Alonso, y que algunos se extrañaron de que él se pusiera a rezar el Rosario. “¡Cómo no iba hacerlo, si soy muy amante de la Virgen!”
Él siente no poder haber estudiado más a Amparo, porque tuvo que dejarlo al ver que el Cardenal Tarancón se despreocupó de este asunto.

Preguntado por mí, sobre qué le parece ahora la situación de Prado Nuevo y los ataques que está recibiendo, ha sido tajante:
“Los frutos lo dicen todo, cuente Vd. Los frutos que está dando ese lugar, conversiones, vocaciones, correspondencia al amor de Dios, etc., porque si son buenos, ese lugar no puede ser malo”.

Me sorprendió su respuesta tan rápida, pero analizando sus comentarios sobre Jesucristo, al comienzo de la entrevista, expresando con pasión el amor que Jesús tiene a los hombres, yo sabía que su respuesta sobre Prado Nuevo no podía ser otra.
Le doy las gracias públicamente a D. Alfonso María por su franca opinión, deseándole lo mejor, en su vida y en el trato con sus pacientes.

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