PROPIEDADES

PROPIEDADES
La Santísima Virgen pedía, el 24 de Junio de 1983:
“Fundad casas de amor y misericordia para los pobres; hay muchos que necesitan que se les hable la palabra de Dios.”
Mi “hermano pródigo”, entre las lindezas que suele expresar de la Fundación y las Asociaciones, creadas y autorizadas por la Iglesia en Prado Nuevo, se encuentra el divulgar la noticia de que “¡Tienen muchas propiedades…!”
Empezó a valorarlas en 300 millones, y ahora anda ya por los 600 millones. No sabemos si de Pesetas o de Euros. Tampoco sabemos qué procedimiento ha seguido para realizar esa valoración.
Lo que sí sabemos es que esta cifra la lanza sobre la Obra de Prado Nuevo, como una acusación… ¿Por qué y para qué? ¿Sabe él el origen de estas propiedades?
Como creo que no tiene ni idea y lo que pretende es crear alarmismo y confusión, pues bueno, “hermano pródigo”, aunque no mereces que te aclare más cosas, y ya van unas pocas, en atención a tu hermano José Luis, que te quiere mucho, pero al que has intentado ingresar en un psiquiátrico, por cinco veces, sin haberlo conseguido, te voy a informar.
En la cabecera, se recuerda la petición de la Virgen. Esa solicitud de Nuestra Madre, estuvo muy presente entre Amparo y las personas más allegadas. Así pues, el 13 de Mayo de 1988, se constituye la FUNDACIÓN BENÉFICA VIRGEN DE LOS DOLORES, inscrita en el Ministerio de Asuntos Sociales, al que rinde cuentas anualmente.
Pero una Fundación, creada para “atender las necesidades de personas de toda edad, sexo, raza, nacionalidad, etc.”, como consta en el artículo 5º de sus Estatutos, necesita medios para empezar a funcionar. Es también lo que necesita toda organización benéfica para llevar a cabo su actividad. Unos reciben subvenciones, donativos y otros además donaciones. Sin estos ingresos es imposible subsistir. Todo el mundo lo entiende y el que puede, colabora, y ahí tenemos: Cruz Roja, Manos Unidas, Hermanitas de los Pobres, Cáritas, etc., sin olvidar las numerosas ONG establecidas.
Aquellos, eran momentos difíciles, empezaban a fraguarse los primeros ataques, el Cardenal Suquía había publicado una nota en la que “ni afirma y niega la sobrenaturalidad de estos fenómenos religiosos”. Pero no obstante, en esta situación, fueron los primeros fundadores los que dieron un paso adelante y donaron a la Fundación sus bienes materiales: Pisos, casas, chalet, terrenos, metálico, etc. Lo pusieron a disposición de la Fundación, sin posibilidad de retorno, pues habían sido donados para fines benéficos. Pronto se le unieron otros, que incorporaban bienes y la presencia de sus personas a la Comunidad.
Así comenzó la Obra a desarrollarse. Compraron el edificio de Carlos III y tras acondicionarlo, iniciaron la atención a necesitados. Y paso a paso, hoy la Obra ha podido llegar a 5 Residencias.
No sé la valoración de todos los bienes de la Fundación, pero lo que sí sé es que el 80% de ellos habían sido anteriormente propiedad de los fundadores. A esto hay que unir las donaciones que han seguido, la mayoría de personas del exterior, que no están como residentes y una parte pequeña fue donada por personas que viven o han vivido en las Residencias.
Como veis, claro, como corresponde a una Obra de Dios.
Como mi “hermano pródigo” considera “su valoración” alta, pues yo le digo: ¡Mira Juan Carlos!, ¡Ojalá, la Fundación dispusiera de muchas más propiedades! Porque si con las dificultades de todo tipo que ha tenido que soportar, hoy tiene 5 Residencias, Prado Nuevo, La Nave, La Comunidad de La Magdalena, etc., con más disponibilidad en estos momentos, se podría hablar de más Residencias y capital, preparado para empezar a construir La Capilla, previa autorización de la Iglesia, sin olvidarnos que es el deseo de la Santísima Virgen, desde el 14-6-1981.